LA ABADESA, MARÍA LA EXCELENTA
de Toti Martínez de Lezea.
En el año 1510 María Esperanza, abadesa del monasterio de Nuestra Señora de Gracia de Madrigal, en Ávila, recibe un breve del Papa Julio II por el que se la reconoce como hija legítima del rey Fernando el Católico, sin mencionar el nombre de su madre.
Desde este momento su única meta será enciontrar a la mujer que le dió la vida utilizando los escasos recuerdos y referencias que tiene de su infancia.
Guiada por su intuición emprende hacia Bilbao su busca e ira descubriendo circunstancias y personajes que marcarán su vida.
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